Soy desnudez cuando me acaricias, no siento la vida, en mi
mente nada fluye, solo golpes de placer que recorren todo mi cuerpo. Soy niño,
mi mano busca tu cuerpo, mis labios buscan tu boca, mi piel helada busca tu
calor. Soy la cordura perdida, la razón no existe si mi mano acaricia tu
rostro, soy deseo de tu piel, soy alma desembocando en tu ser. Soy ternura,
nacida en tu sonrisa, un corazón latiendo deprisa cuando avanzas a robarme un
beso. Soy la corriente de vida, envuelta en tu cuerpo de niña, fluyendo por tus
venas, tapando tus heridas, buscando el mecanismo que despierta tu alegría. Soy
sombra en tu luz, siempre abriéndote el paso, fusionándome en tu brillo, quedando
inmovil en tu ausencia. Soy 1000 palabras distintas, pero ninguna la acertada, describiendo
sin descripción, tan solo 1 es la adecuada, la que no es pronunciada. Soy
silencio entre paredes, ilusiones de niño, imaginación inspirada en tu rostro.
Soy la palabra “amor”, nacida del corazón, fiel a ti, inseparable, por y para
morir por ti.